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Tangos para un siglo de cart​ó​n

by Marcelo Saraceni

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1.
Un siglo de cartón Un carro sin nombre soporta la carga, y obedece al brazo pegado al cordón; la moneda es corta y la pobreza larga, en el nuevo siglo de barro y cartón. El cielo y la calle son pan y basura desde un horizonte de tren y camión; el asfalto hierve y el reloj apura, la mano, la suela, la respiración. Un sueño de papel y un mundo de cartón; las marcas en la piel y en la desilusión; un sueño que se arrastra y un mundo que se niega; los brazos no se entregan, se cuelgan del furgón; la única esperanza y el último vagón. Doce horas grises ruedan a destajo hasta la balanza para cada quien; el fiel del destino siempre vuela bajo como el sueño blanco preso en el andén. Cuatro pesos veinte señala la cuenta; es lo que cotiza para mal o bien; el carro del siglo viene a marcha lenta: el cartón y el barro esperan el tren. Letra: Enrique Martín Música: Marcelo Saraceni
2.
Milonga de los arroyos Fue en un rincón suburbano por los pagos de Saavedra que iba el arroyo Medrano, por entre sapos y piedras. Y fue alguien de poca ciencia y un sello de goma nuevo que tuvo aquella ocurrencia de encerrarlo bajo suelo. También pasó con el Vega, un compadre de Belgrano y con un guapo de veras que llaman el Maldonado. Se los llevaron, los encerraron, era un invierno desangelado, los maniataron, los condenaron, ...ay mis arroyos encarcelados. Y así desbordan su rabia de pobres contra otros pobres mucha bronca y poca labia, ningún milagro que sobre. Entonces nació el lamento protestón y perdulario que suele cantarle el viento al desborde libertario. Milonga de los arroyos de las aguas insurgentes, que siempre saldrán del pozo los arroyos y la gente. Se los llevaron, los encerraron, era un invierno desangelado, los maniataron, los condenaron, ...ay mis arroyos encarcelados. Milonga de los arroyos de las aguas insurgentes, que siempre saldrán del pozo los arroyos y la gente. Música: Marcelo Saraceni Letra: Raimundo Rosales
3.
Último tango (Tango) El la miró a los ojos y le sonrió chiquito llenándole la copa, “el último baile -dijo ella- para llevarme tu olor entre mi ropa”. No fue un final en llamas de los que cuenta el cine, su adiós de madrugada, miró hacia el salón en la penumbra y se aferró a su cintura encadenada. Y se tangueó esa noche... último tango, alcohol y despedida. Y ella sonrió en silencio y él dibujó su adiós sobre la pista. Quiero morir –le dijo– si me abandona el eco de esta pieza. Quiero creer que este tango y tus caderas son tan ciertos, como el viento, vos y yo y la primavera... Tango, lerdo, llanto... Amo, pierdo, canto... Tengo tango, siento tango, muero en tango y vos te vas. Vivo tango, fuego tango, bailo tango y ya no estás.
4.
Como flor sin luz Fue tu voz vencida cruzando la calle, triste desengaño en el mismo instante; El gris del fracaso y la palabra en blanco doblaron la esquina sin dejar señales. Ese impulso inútil, barriendo la tarde con el gesto mudo del que ya no sabe, Se hizo grito y eco en tu propia boca hasta derrumbarse como flor sin luz. Esta tarde me encadena como el sueño más tirano; es el borde de la herida y la sombra del metal. Esa voz en la memoria guarda siempre una pregunta; esa voz es filo y punta, una amenaza fatal, un secreto y una duda, el misterio y la verdad. Cuánto ayer agitan las ramas del miedo y el idioma negro que nombró el silencio. Cuánta historia vale esa voz vencida en la apuesta vana de la fe sin resto. El temor que implora con su desaliento frente a la certeza del amor desierto, casi no se escucha cruzando la calle doblando la esquina del adiós final. Marcelo Saraceni-Enrique Martín
5.
Los tres silencios Un cielo de trasnoche y el gesto resignado, un cuarto de botella y dos pocillos más. El hombre traicionado tragó cada minuto mordiendo su sospecha con gusto a realidad. De pronto se lo dijo con la mirada ausente, los codos desafiantes encima del mantel. Las tres verdades secas saltaron desde el pecho, los puentes de la duda y el frío de la piel. Ella supuso que él ya sabía, y solo el modo le sorprendió. Las confidencias, los adjetivos, las ironías y la intención. El tono bajo la voz pausada, y el pulso firme para lanzar: las tres palabras, los tres silencios, el día, el nombre y ese lugar. Buscó en algún pasado un rastro de ternura, y halló una risa fácil, de torpe vanidad. Un juramento falso, la alianza de los dedos. Dos hijos, una vida, la hora de gritar. De pronto se lo dijo así como una flecha, un tiro en la penumbra, un rayo y un temblor. En el momento justo, disimuladamente, el río de la boca sin odio, lo escupió. Letra: Enrique Martín Música: Marcelo Saraceni
6.
Gorrión Fénix (vals) “Con la atorrante y dulce pequeñez del gorrión tanguero de la saga del barrio, y valseando con la transparencia egipcia y sensualísima del Ave Fénix, este Don quijote porteño blande su esqueleto, le susurra “ojo” a la vida y renace así a su bohemia desde su propia poesía. Antes de que el mundo se convierta en penumbras desde mi rama vecina saludo yo a Hugo Salerno en su anhelo, en su vuelo, en su suelo y en su cielo en el que compadrea el Gorrión Fénix.” Dieron la última vuelta al paso de un vals y sintió vacío el hueco de su mano, hasta que su tibieza volvió a encontrar al oírse las notas de un tango: Firuletes y quebradas, con cortes continuados, lo quieren matar, pero renace. Se puede quemar en un avión, chocar con un semáforo; ahogarse en una zanja, o que lo lleve la cirrosis. Volver con la frente planchada de un disco dando vueltas, o de una cinta que también da vueltas, y vueltas, y vueltas, como un vals siempre vuelve, como un vals, como las puntas curvas de los mostachos de Villoldo. Dieron la última vuelta al paso de un vals, y sintió vacío el hueco de su mano. Hasta que su tibieza volvió a encontrar al oírse las notas de un tango. Letra: Hugo E. Salerno Música: Marcelo Saraceni
7.
Frágil 03:45
Frágil (tango) Se congelan tus hombros desmayados en la silla gastada del rincón. Tus dedos amarillos, dibujados sobre el verde que ensucia el mostrador. Tras el vidrio de húmedas tibiezas, anochecen tu sueño y tu temblor, y tu tos de ginebra y de cerveza suena a lance de aliento perdedor. Frágil, la luz de la memoria, frágil, se apaga en el dolor, frágil, el peso de una historia, frágil, se ahoga en el licor. Duerme, el tedio sin desquite, sufre, en manos del alcohol, frágil, como amar las cicatrices, tristes, fantasmas del amor. Son nostalgia en el fondo del bolsillo, un mirar de mujer y el sol feliz. La foto de anteayer respira el brillo, que en el pozo de hoy se torna gris. Agonizan sedientas las botellas, naufragando en un mar de soledad. En las copas abiertas como huellas sin su boca tu sed no tiene paz. Letra: Enrique Martín Música: Marcelo Saraceni
8.
Alma de miel ( a Discepolín ) Con tu magia de alpargata de arrabal subiste con el cuore al mas allá y gritaste a los ángeles del sol la rima, la injusticia y el pesar. ¡Que vachaché! Alma de miel perdimos tragamonedas de dolor ¡Ya ves! Al fin tan solos como ayer en este milonguero atardecer. Qué suerte que estas vivo Discepolín faltaba un camote intelectual para seguir con esta realidad mediocridad tu pluma está escondida en el cantar del corazón. ¿Quién te dictó los versos? Discepolín ¿Quién te dio la manija existencial? cada palabra tuya yira y yira y vale más en el universo circular. Tu poesía y tu piolín de eternidad envuelve este plomizo despertar. Junto a los malandraques del querer que siempre desfilaron para vos con tu talento sin igual ganamos con la verdad que nos marcó ¡Ya ves! Tu alma villera vislumbró la risa, la tragedia y el amor. Letra: Hilda Guerra Música: Marcelo Saraceni
9.
La noche en Buenos Aires (Tango) La noche habla bajo y tan bajo escucha un brote de hojas y un rumor de tumbas. La noche conoce las huellas del día, los huecos del aire y el yugo del sol. La noche es solemne, cómplice y adulta, confesión amarga y verdad profunda; custodia y misterio del placer amante, guarda bajo llave la sed del amor. La noche en Buenos Aires es arte y es pelea, un trago en cada esquina, provocadora y bella. la noche en Buenos Aires es trágica y es tierna, cansada como un carro, sentimental y eterna. La noche en Buenos Aires es magia y es dolor, luz verde para el alma, el vuelo y el temor. La noche en Buenos Aires se enferma de emoción, resiste como un tango y existe como Dios. La noche protege la paz y los sueños, un acuerdo turbio y un pibe durmiendo. La noche cobija la estrella de plata, un presagio negro y un ángel azul. La noche es oscura como su lamento y olvidó en la luna su farol despierto. Se abraza en la cama al reloj del cuerpo y al viento del tiempo, sin norte y sin sur. Letra: Enrique Martín Música: Marcelo Saraceni
10.
Mesas de los bares (Vals) Ella pensó que el mundo era una fiesta, y algún ‘te quiero’ apenas susurrado; se fue esperando una respuesta, el bar era un testigo, de aquella gris canción bajo la siesta. Él no inventó su sombra en la ventana buscándola en las mesas del barcito; vagó perdido en la mañana, como un fantasma herido, tibio recuerdo de otra madrugada. Historias pequeñas, verdades y mentiras, pasiones y bo¬he¬mias en me¬sas de los ba¬res. Historias pequeñas, amantes y amadores, perdidos, perdedores, haciendo malabares. Sentado entre cigarros y cervezas, enarboló una historia hacia adelante; sin superhéroes ni proezas, creyó que en Buenos Aires eran lo mismo sueños y certezas. Con el final de un lápiz medio rante le dibujó un payaso en una rosa; con cuatro versos ignorantes, en una servilleta, dejó el boceto de su amor andante.
11.
Rosa y gris 04:10
Rosa y gris (Tango) Quiero cada instante de tu cuerpo, cada metro de tu historia rosa y gris. Quiero el color de tu sonrisa y en tu voz la música feliz. Quiero el pudor del desenfado, aquel sí de media lengua y tu raíz. Quiero ese no que aun resuena, tu tristeza antigua y tu desliz. Quiero todo, quiero verlo, quiero amarlo, por los años sin respuesta y el adiós. Quiero todo, tu presente y tu pasado, por mi aliento renacido y por los dos. Quiero todo, a la sombra de tu sombra, Tu recuerdo en la cruz de ayer y hoy. Quiero todo tu memoria y tu futuro, por la muerte del olvido y por los dos. Vuelvo con las horas apuradas del destierro, de la angustia y la ilusión. Vuelvo de la noche desmayada, solo en el desierto del dolor. Quiero, tus orillas desbordadas, tus silencios, tus fantasmas y tu luz. Creo en la esperanza renovada tu color de siempre Y este azul. M. Saraceni – E. Martín
12.
Historias de mi cocina Morena, pan y tabaco, Manuela de voz de ron, derrama sobre la mesa harina, grasa y canción y empieza a amasar la vida desde antes que salga el sol Menuda como sus manos, menudo vuelo su andar, señora de la cocina, Manuela desanda el mal y va revolviendo historias de amores, comino y sal Ay!, niño, que ya no siga, que me estoy acalorando, que deje quieta esa mano, que la carne va quemando, que la comida se pasa y me estoy enamorando Ay!, niño, que ya no siga, que me estoy enamorando Las manos tiernas de aceite la boca feroz de amor Manuela junta deseos, ardientes como el carbón y llora con la cebolla lo mismo que en el alcohol Que besos tendrá esta noche, que sueños me habrá de dar tal vez hasta sea cierto, tal vez las vuelva a soñar, historias que en mi cocina Manuela suele amasar Marcelo Saraceni-Pablo Guzmán
13.
SERÁ QUE MORIR NO ALCANZA ( tango) (al polaco Goyeneche) Que mezcla que hacemos en este “ispa”. A los árabes le batimos turcos, a los judíos rusos, a los andaluces gallegos, y hasta tenemos un polaco con apellido vasco. Nos quieren “engrupir” que se murió, pero “anda a Saavedra” si es cierto. Lo veo manejando otra vez un “bondi”, saltando en los tablones de Platense, o dándose el gusto en un dueto con Gardel. Si la cuadra se engalana y el club de la otra esquina se pone la pilcha fina y nos guiña una ventana si al volver del estadio alguien ficha en “San Quintín” si un picado en “Machain” lo transmiten por la radio, Si el “diecinueve” hoy no anda, si para alejar las penas se brinda con agua buena del “Medrano” de “agua blanda” si la cana pide “pido” y custodia un bandoneón si dan “Sur” en el Colón, en el Cumbre y en el Lido. Si Saavedra se divierte con sus banderas izadas es porque hoy en la barriada desconfiamos de la suerte si la murga y la hinchada llevan pintado un bigote de un polaco grandote que canta con voz quebrada Si el otoño es primavera y en una plaza ganada las estatuas disfrazadas dan la misa dominguera Si Saavedra se divierte con estandartes y danzas será que morir no alcanza para llegar a la muerte. Si alumbrada con neones la “Avenida del Tejar” anuncia en su acto central desfile de bandoneones y si uniendo los harapos, si juntando los remiendos se hacen banderas al viento que saludan al polaco, Si mil canarios se vuelan, desde el “Tábano” al “Pinocho” si lagrimea un morocho que sonríe hasta las muelas si se brinda en el “Bodense” por un encuentro casual, y en cadena nacional nos transmiten a “Platense”. Si Saavedra se divierte......................................... letra ERNESTO GARABATO música MARCELO SARACENI. glosas HUGO SALERNO
14.
Tal vez habrá otro dios Seguramente lloverá como en Macondo Y habrá un domingo gris en cada esquina La nostalgia será una golondrina Mintiendo un ademán de niebla y lodo Seguramente las persianas, dirán que ya se fue Y un ángel dormirá junto a los lobos Seguramente enredaremos las palabras Al menos las que duelan y las graves Tal vez ni las rocemos, tal vez Habrá otro dios con otra llave Pero se, solo se Que nunca, nunca ha de faltar Mi mano entre sus manos, su boca por mi acento Y el tibio vino de este viejo cuento Su risa en mi costilla Mi mueca en su cintura Y el vértigo de tanta desmesura Su adiós hecho pedazos, mi olvido echado al viento y el bello desmorir de aquel invento Seguramente temblaremos en el gesto hojitas de una vida insistidora tal vez se escuche un tango, tal vez silbe mi voz entre sus horas
15.
Soy cantor 03:32
Soy cantor (Tango) –M. Saraceni / R. Rosales– Podría confesarte simplemente, que canto sólo porque tengo ganas y no es que lo que diga sean macanas, sino que ser cantor es algo más, es este amor que explota por la piel y por los dientes. Yo canto por destino y por las dudas y canto porque tengo atrás un barrio, porque tuve un amor o acaso varios, por bronca y por dolor, porfiado, amante y portavoz de historias que amanecen como arrugas Yo tengo el brillo de mi estribillo y el verso pobre de la canción. Soy el que aguanta con la garganta la rima espesa de la tristeza en el corazón. Canto el silencio del que no canta y la protesta de la razón. Yo soy cantor mientras queden sueños, y algún poeta rondando cerca de un bandoneón. Yo canto porque el cuore lo reclama y porque vuelvo en todo lo que nombro, yo busco el escenario de tu hombro, me asomo a media voz y soy la letra de los dos coraje tangueador que siempre llama. Cantar es entender lo que otro calla y andar con el amor a pecho abierto, cantar es dar la cara y dar el cuerpo, cantar es respirar, mirar de frente y no olvidar, cantar es estar vivo y dar batalla. Repite estribillo

about

TANGOS PARA UN SIGLO DE CARTÓN es una propuesta nacida del impulso y la pasión por crear y ampliar espacios para las nuevas obras y los nuevos cantantes del género. La idea original, puesta en marcha y dirección corre por cuenta del músico MARCELO SARACENI, autor, entre otras, de obras como "Soy Cantor" (que forma parte del repertorio de la Orquesta de tango de la ciudad de Buenos Aires, dirigida por el maestro Raúl Garello), "Milonga de los Arroyos", "Mesas de los bares", "Último tango" y "Un Siglo de Cartón", título que identifica a este disco. Saraceni es ganador de los certámenes “Hugo del carril” (2002) y Fondo Nacional de las Artes (2004 y 2006), y ha sido propulsor de numerosos y exitosos proyectos vinculados con el Tango, especialmente a partir de programas culturales barriales.
Tangos para un siglo de cartón está arreglado, dirigido e interpretado por artistas jóvenes, integrantes de la nueva generación del tango.

Las composiciones (tangos, valses, milongas y candombes) son originales y representan el sentir de los creadores de hoy. En ellas conviven las temáticas clásicas —de las cuales se nutrió la poesía desde el origen del género— con la mirada única y personal del hombre de hoy. Las músicas de todos los temas pertenecen a Marcelo Saraceni, quien trabajó en colaboración con notables letristas y poetas como Raimundo Rosales, Enrique Martín, Hugo Enrique Salerno, Hilda Guerra, Ernesto Garabato y Pablo Guzmán. La presencia de Horacio Ferrer, en una glosa escrita y grabada especialmente para la ocasión, además de aportar la belleza de su poesía, reafirma la intención de mostrar la vitalidad de un género que durante más de un siglo nunca dejó de ofrecer nuevas obras a tono con la época que le toca transitar.

E-Mail de contacto: marceloesaraceni@gmail.com
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TANGOS PARA UN SIGLO DE CARTÓN (Tangos for a Cardboard Century) stems from the impulse and passion for creating and widening spaces for new works and new singers in the tango genre. The original idea, start up and direction belongs to Argentinian musician MARCELO SARACENI, who is the author of works as "Soy Cantor" [‘I'm a singer’] (part of Raul Garello's Buenos Aires Tango Orchetra's repertoire), "Milonga de los Arroyos" (‘Streams' Milonga’, about Buenos Aires city's natural streams, nowadays underground), "Mesas de los bares" [‘Bar tables’], "Último Tango" [´’Last Tango’] and "Un siglo de Cartón" [‘A cardboard century’], which identifies this album. Saraceni has won the "Hugo del Carril" Award (2002) and National Endowment for the Arts Awards (2004 and 2006) and has also been the driver of numerous and successful Tango projects, especially in local cultural programs. “Tangos para un Siglo de Cartón” is arranged, directed and performed by young artists from the new generation of tango music.

The pieces (tangos, valses, milongas and candombes) are original and represent today’s creators’ feelings and approach. In them, the classic topics (from which tango poetry was nurtured since the beginning of the genre) live together with the unique and personal outlook of the artists today. The music of all songs belongs to Marcelo Saraceni, who worked in collaboration with renowned lyricist and poets such as Raimundo Rosales, Enrique Martín, Hugo Enrique Salerno, Hilda Guerra, Ernesto Garabato y Pablo Guzmán. The presence of famous Argentinian poet and writer Horacio Ferrer, in a poem especially written and recorded for this occasion, in addition to providing the beauty of his poetry, reaffirms the intention of showing the vitality of a genre that for more than a century never ceased to offer new artworks in keeping with the times.

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Acerca del título del disco:

A fines de los años 90, el mundo atravesaba una ola de neoliberalismo.
Apenas empezado el nuevo siglo, Argentina tocaba fondo y se habían perdido millones de puestos de trabajo por lo que una gran parte de la sociedad, los más vulnerables, debieron salir a las calles para ganarse el sustento diario del modo que fuera.
Es así que cientos de miles de ellos, armados con unos carros precarios, recorrían las calles de las ciudades más populosas buscando en las basuras algo para ganar un poco de dinero.
Los cartones de los embalajes se podían vender a recicladores y lo que obtenía, aunque muy escaso, les permitía sobrevivir un día más.
Familias enteras empujaban los carros y luego volvían de madrugada al conurbano profundo, ese lugar alejado de las ciudades donde vivían, en unos trenes de color blanco.
Aunque rústico y poco bello, el cartón se transformó en la posibilidad de sobrevida para millones de habitantes de este país, al igual que en otras partes del mundo donde los más desprotegidos viven dentro de enormes cajas de ese material.
Me pareció en ese momento que era oportuno dedicarle un disco a ese siglo que parecía comenzar sobreviviendo gracias al cartón.

ABOUT THE ALBUM TITLE:

In the late-90s, the world was going through a wave of neoliberalism.
Beginning the new millenium, Argentina was hitting rock bottom and millions of jobs had been lost. That's why a great part of the society, the most vulnerable, had to go out on the streets to earn their bread in any possible way.
This way, hundreds of thousands of them, only armed with precarious carts, wandered around the most populous cities scavenging for something to sell and make a living.
The cardboard of packages could be sold to recyclers, and the little money they got out of it was enough to survive for one more day.
Whole families pulled from the carts and then came back late at night to the working-class suburban neighbourhoods, far away, in white trains that were set out for that purpose.
Although rustic and coarse, cardboard became the possibility of surviving for millions of citizens in Argentina and other countries, where the poorest live inside big boxes of this material. I thought it was the right moment to dedicate an album to this century that seemed to begin alive online thanks to cardboard.

E-mail address: marceloesaraceni@gmail.com

credits

released January 15, 2014

Participan en el disco:
Norberto Vogel como director musical, arreglador, pianista
y bandoneonista.
Roberto Amerise en el contrabajo.
Adolfo Halsband en viola y violín.
Patricio Villarejo en cello.
Lorena Edelstein en percusión.
Horacio Ferrer y Miguel Ángel Facenta en las glosas.
Marcelo Saraceni en guitarras.

Esteban Riera, Patricia Barone, Hernán Genovese, Noelia
Moncada, Jesús Hidalgo, Jacqueline Sigaut, Eleonora
Barletta, Nicolás Scordamaglia y Laura Rivadeneira
son las voces jóvenes, muchas de ellas consagradas, que
interpretan cada uno de los temas.

El disco, editado en forma independiente, fue grabado en los Estudios Liberty y el técnico de grabación fue Juan Libertella.
La producción musical estuvo a cargo de Marcelo Saraceni.
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In this album:
Norberto Vogel (musical director, arranger, pianist and bandoneonist)
Roberto Amerise (double bass)
Adolfo Halsband (viola and violin)
Patricio Villarejo (cello)
Lorena Edelstein (drums)
Horacio Ferrer and Miguel Ángel Facenta (comments)
Marcelo Saraceni (guitars)

Esteban Riera, Patricia Barone, Hernán Genovese, Noelia
Moncada, Jesús Hidalgo, Jacqueline Sigaut, Eleonora
Barletta, Nicolás Scordamaglia y Laura Rivadeneira
are the young voices, many of them consummate, that
sing each one of the pieces.

This disc, independtly edited, was recorded in Estudios Liberty and the recording techinician was Juan Libertella.
Musical production in charge of Marcelo Saraceni.

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about

Tangos para un siglo de cartón

Marcelo Saraceni
Músico, compositor y docente.
Nació en Buenos Aires el 22 de noviembre de 1957.
Ha compuesto la música de obras de teatro, espectáculos musicales y canciones de diversos estilos, destacándose con sus composiciones del género tango.
Ha recibido varios premios municipales y nacionales.
Algunas de las obras premiadas están en este disco.
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